viernes, 16 de noviembre de 2007

Tributo a la máquina de café


Me gustas cuando llego y estás ahí en frente
Y respondes a mi tacto poniéndote roja.
Parece que el cartucho se te ha acabado
Pero saco uno nuevo rompiendo la bolsa.

Como todas las cosas q se hacen con calma
emerges de la nada, allá por la cocina.
Con un suave gesto coloco la taza
Y por un instante dudo, con o sin cafeína.

Me gustas cuando esperas, quieta sobre el estante.
Y estás como quejándote vibrando con barullo.
Y te miro por dentro, joder falta agua!
Déjame que te rellene el mecanismo tuyo.

Me gustas cuando callas por qué estas rebosante.
Caliente y olorosa con todo dispuesto.
Una pregunta entonces, una sonrisa bastan.
Queréis café? El mío lo tengo puesto.

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